Llamas en el San Cristóbal

Llamas en el San Cristóbal

La Destrucción de la Capa de Ozono, El Calentamiento Global, el Cambio Climático, la Escasez de Agua Dulce y el Agotamiento de los Combustibles Fósiles, entre otros temas afines -además del descubrimiento científico de la no evolución de los tiburones desde hace quinientos millones de años- son temas que alarman mi alma galacto planetaria y me plantean inquietudes filosóficas y morales sobre un incierto futuro para la raza humana si es que logra superar tan duros trances.

Pienso que producto de esta conciencia y actitud comprometida con el bienestar presente y futuro de la humanidad, he tenido un sueño pre admonitorio que les revelaré por si realmente ocurriera, nunca se sabe.

Soñaba que en lo alto del Cerro San Cristóbal bajaban llamas por sus laderas consumiendo todo a su paso y proliferando hacia todos los puntos de la rosa de los vientos.  Eran increíbles, insaciables y serpenteantes hileras de llamas que a su paso, dejaban el lugar, totalmente desprovisto de vegetación, yermo, como las sequedades del silencio.

Era la antesala de la destrucción total que mi mente onírica presagiaba para la ciudad ahíta de la especie humana.

Proseguía mi sueño, con el inexorable avance de las mismas, como siguiendo una directiva incomprensible -para nuestro actual paradigma acerca de la relación causa y efecto para explicarnos hasta lo inexplicable- hacia el Barrio Bellavista introduciéndose en todo su entorno bohemio. Ocurría lo mismo hacia Patronato, Recoleta, Avenida Perú, El Salto y a las faldas de montes cuya vista se desdibujaba en lontananza.

Por Pio Nono llegaban a las riberas del Río Mapocho, invadían las instalaciones de los canales -transmisores exclusivamente de la misma pauta diseñada por entes desconocidos que todos sabemos quiénes son- existentes en el sector, seguían su camino hacia el oriente por Santa María y sus alrededores. Formaban legiones que sólo el río detenía.

He de agregar, también, que las vi junto a pasos de cebras y otros animales, como leones, jirafas y otras formas existenciales.

Fin