Atrapado sin Alternativa (en cien palabras)

Atrapado sin Alternativa (en cien palabras)

Está siempre en Nataniel con Alameda, acechando nuevas víctimas y repasando antiguas.

Es trayecto obligado hacia mi trabajo, por lo que debo aprovechar que algo distraiga su atención -y ocultarme a su mirada incisiva, chantajeante- para continuar mi camino y salvarme...

...¡Ahora es el momento preciso...!

Pero me ha pillado infraganti, he sido descubierto, no tengo alternativa.

Por un antiguo momento de debilidad, en que consumí, ahora debo pagar cada vez que me ve.

La saludo con una sonrisa, ella me retribuye con otra, y me siento coaccionado, -por la vendedora ambulante- a comprar un queque de cien